Nuestra sociedad afronta grandes retos en los que la tecnología es uno de los factores inalterables de la ecuación. Atender las necesidades de alimento de una población mundial en continuo crecimiento sin esquilmar los recursos naturales del planeta será inabarcable sin tener en cuenta los proyectos más innovadores y disruptores que ya están sobre la mesa.

La construcción de la alimentación del futuro está en marcha y España está ejerciendo de locomotora del profundo proceso de cambio que ya ha impactado en el conjunto de la cadena agroalimentaria.

Queda mucho por hacer, pero los gobiernos y el mundo corporativo han entendido que el camino iniciado ya no puede ser desandado en un contexto de emergencia climática que urge pasar a la acción. Y mantenerla.

Las startups del sector foodtech español han demostrado en el último año con datos por qué países a uno y otro lado del Atlántico quieren emular su receta de éxito y crecimiento en tiempos de crisis.

No ha sido un 2022 sencillo para la industria agroalimentaria: guerra de Ucrania, espiral inflacionista, crisis de suministros, escasez de recursos energéticos…

Aun así, la inversión ha mantenido al sector agrotech y foodtech español en su punto de mira y, al contrario que ha sucedido en otras áreas del emprendimiento, su apuesta por estos proyectos innovadores y tecnológicos ha crecido a un ritmo en tasa interanual de casi dos dígitos.

«En efecto, si bien se ha observado una disminución de la inversión a nivel mundial en diversas áreas económicas, el impacto de esta tendencia en foodtech ha sido notablemente inferior, lo que señala a este sector como un mercado prometedor y de creciente interés para las inversiones», explica a D+I José Luis Cabañero, CEO y fundador de Eatable Adventures.

Así lo corrobora el estudio El Estado del Foodtech en España 2022, elaborado por la aceleradora, uno de los nombres propios del sector a escala mundial. El año pasado la cifra total de inversión ascendió a 268 millones de euros y situó en un 9,38% el crecimiento registrado respecto al año anterior, si se descuenta la ronda de inversión alcanzada por la startup catalana Glovo.

Además, destaca el incremento de las rondas de series A, que crecen cerca de un 20%, cinco puntos más que en 2021.

Respecto a las claves de este crecimiento made in Spain, las startups destacan en primer lugar el papel determinante de los inversores internacionales (88,06%), la colaboración con los centros de investigación (63,64%) y la industria alimentaria.

Estas cifras reflejadas en el informe de Eatable Adventures inciden en la importancia de la internacionalización como herramienta principal para impulsar el crecimiento de las startups.

Y en esta esfera, el foodtech español acelera este 2023 para consolidar en muchas otras regiones su receta de éxito.

«España empieza a marcar tendencias en este ámbito a nivel global. A través de la colaboración público-privada, con destacados aliados como ICEX, se han impulsado programas de incubación y aceleración de alto rendimiento, como nuestro programa Spain Foodtech, así como proyectos de innovación abierta que están aportando soluciones en términos de sostenibilidad y eficiencia«, indica Cabañero.

Italia, Colombia y Camboya -a través de un acuerdo con el gobierno de Alemania- quieren replicar en sus propios territorios el círculo virtuoso que se ha generado en nuestro país alrededor del foodtech, donde Eatable Adventures ha testado un modelo que establece y fomenta las sinergias de todo el ecosistema: startups, inversores, Administración y demás actores protagonistas de esta industria.

En el caso de Italia, Eatable Adventures se pone al frente de dos proyectos que van a ser determinantes para su sector agroalimentario, que representa el 25% del PIB nacional y ha ejercido históricamente como motor del crecimiento del país.

El ‘made in Italy’ en ‘agrifood’ se suma al cambio tecnológico

Además, Italia atraviesa este 2022 el ejercicio más cálido desde el 1800 con un 30% menos de precipitaciones, circunstancia que ha afectado enormemente a su producción agrícola.

En este contexto, Eatable Adventures ha sido elegida por la red nacional de aceleradoras de CDP Venture Capital como gestor y coninversor de FoodSeed, el programa nacional de aceleración especializado en el área agrifoodtech, con una dotación de más de 15 millones de euros, de los cuales tres millones vienen de la aceleradora española.

El programa seleccionará hasta 10 startups italianas cada año durante tres años con el propósito de impulsar uno de los ecosistemas de innovación más importantes de Italia en áreas estratégicas de la cadena de valor agroalimentaria como agricultura sostenible, alimentación y bebidas y economía circular.

Junto al programa FoodSeed, Eatable Adventures Italia impulsa otras iniciativas de desarrollo del ecosistema local, así como proyectos de innovación abierta para fomentar el progreso económico y la competitividad del tejido industrial italiano, favoreciendo la cooperación entre los agentes claves de la cadena de valor agroalimentaria como empresas, startups, universidades y centros de I+D.

El segundo proyecto en territorio transalpino es Verona Agrifood Innovation Hub, iniciativa pionera en el país sobre innovación especializada en agrifoodtech, que integra la actividad del programa FoodSeed.

El centro, que replica el éxito del modelo español de Madrid Food Innovation Hub, cuenta con el apoyo de una amplia red de partners públicos y privados – Fondazione Cariverona, UniCredit, el Ayuntamiento de Verona, Veronafiere, Confindustria Verona, la Universidad de Verona, Cattolica Assicurazioni y Eatable Adventures (que gestionará operativamente la iniciativa)- y complementa estratégicamente las actividades de FoodSeed, promoviendo la cultura de la innovación en el sector agroalimentario y conectando a los emprendedores con la industria, universidad, centros de I+D y otros agentes clave de sector.

Un ecosistema empresarial sólido y sostenible

Junto a Italia, Latinoamérica también es parada obligatoria de la expansión del modelo de éxito español en este sector. En concreto, Colombia, donde se desarrolla ya el primer programa de aceleración foodtech del país.

Especial mención merece la iniciativa desarrollada en Camboya, donde de nuevo sostenibilidad y favorecer la inclusión de los colectivos y sociedades más vulnerables se dan la mano con el sector agrifoodtech como común denominador.

Fomento de la productividad y las prácticas sostenibles

«Nuestra misión transformadora del sistema alimentario nos ha permitido sellar colaboraciones en otros países dónde los retos de productividad e innovación se convierten en impacto social para las comunidades locales«, describe el CEO de la aceleradora.

«Este ha sido el caso de Camboya, donde junto con GIZ, la Agencia Alemana de Cooperación Internacional, llevaremos a cabo un proyecto bienal para incrementar la productividad agroalimentaria y promover prácticas sostenibles en la región», añade.

Son sólo algunos de los ejemplos de la expansión del expertise español en materia de industria agrotech y foodtech en un momento crítico para adoptar las medidas necesarias que nos permitan conjugar la producción de alimentos y la protección del planeta.

Además, un consumidor cada vez más concienciado con su poder de compra, que exige responsabilidad y transparencia a la hora de adquirir sus productos y que se apoya en las nuevas tecnologías que brinda la digitalización para hacerlo, ha entrado en escena.

En este contexto, España está llamada a ejercer un papel determinante en este apasionante desafío global de la mano de su sector foodtech, capacitado para ejercer con responsabilidad el liderazgo que ha forjado en los últimos años.

Ekonoke y MOA Foodtech: dos casos de éxito

El sector ‘foodtech’ español goza de múltiples ejemplos de startups que están construyendo la alimentación del futuro con propuestas disruptoras de impacto dentro y fuera de nuestras fronteras.

Elkonoke y MOA Foodtech son dos nombres propios del sector. La primera de ellas combina agronomía, química, biotecnología, genómica y tecnologías avanzadas para eliminar el riesgo en la producción del lúpulo y garantizar una producción sostenible.

Por su parte, MOA Foodtech está desarrollando la superproteína del futuro a partir de residuos agrícolas y es uno de los proyectos de vanguardia en el desarrollo de proteínas de origen no animal.

Los fermentos de MOA transforman esos sobrantes en un ingrediente más nutritivo que la proteína animal y vegetal y abren una vía de exploración de primera magnitud para la industria agroalimentaria.

Para BIOGA, es una prioridad el fomento de la colaboración intersectorial con otros entidades y potenciar las actividades de networking nacionales e internacionales. Si quieres conocer más sobre nosotros, visita el siguiente enlace

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