Las obras de su nuevo centro de investigación en Santiago se centran ahora en acondicionar el interior con la previsión de abrir en verano

Más que una amenaza para el ser humano, la Inteligencia Artificial puede resultar de gran ayuda si se aplica correctamente. En el campo de la investigación, por ejemplo, permite liberar a las personas de la parte del trabajo que es más peligrosa, mas insalubre e incluso más aburrida y rutinaria a fin de dejarle más tiempo para dedicarse a la parte más creativa, la que genera valor.

“Las máquinas pueden estar trabajando las 24 horas sin estresarse ni cansarse”, explica Santi Domínguez, CEO de la compañía compostelana Mestrelab, empresa socia de Bioga especializada en software para la industria farmacéutica y el tratamiento de datos de instrumentación de laboratorio. Así, al incrementar la productividad y acelerar los procesos de investigación, desarrollo y fabricación, “el objetivo final es que los tratamientos farmacológicos y biotecnológicos lleguen antes al mercado, lo que se traduce en más pacientes curados y mejores resultados para ellos”, indica el responsable de una empresa cuyos clientes trabajan en tratamientos contra el cáncer, contra la diabetes o las enfermedades neurodegenerativas o nuevos materiales.

La Inteligencia Artificial, junto al desarrollo de redes neuronales deep learning (una forma de aprendizaje automático, donde una máquina intenta imitar al cerebro humano utilizando redes neuronales artificiales) así como todo lo relacionado con la gestión de grandes volúmenes de datos, es una de las áreas de mayor interés dentro de las tecnologías que la firma desarrollará en el nuevo centro de investigación que espera inaugurar el próximo verano en la Avenida de Barcelona de Santiago, junto a toda la parte de procesado de señal y de extracción de información de datos espectroscópicos.

“Lo que estamos intentando hacer es incrementar la productividad de la investigación, el desarrollo y la fabricación de todo tipo de productos químicos, farmacéuticos y biotecnológicos”, relata Domínguez en cuanto a las aplicaciones que este trabajo tendrá en el mercado. “Vamos a desarrollar herramientas de software que se apliquen al incremento de productividad en esos espacios explotando la Inteligencia Artificial, la capacidad de análisis de grandes volúmenes de datos”, concreta. Es decir, eliminar la parte más rutinaria del trabajo para los científicos para que puedan centrarse en la parte más creativa de su proceso “y que nuestras herramientas hagan todo lo demás”.

Laboratorios automatizados

En esta misma línea, Domínguez confirma que están en conversaciones con importantes centros como la Politécnica de Lausana y la ETH de Zurich para el desarrollo de laboratorios automatizados, es decir, “que estén completamente robotizados y donde toda la función de investigación se haga de forma automática. El humano diseña inicialmente, pero todo lo que es el proceso de experimentación, de reacciones, de fabricación de compuestos está automatizado”.

Un avance que no sólo incrementa la productividad, sino que aleja al humano de la parte más peligrosa de su trabajo, en la que está más en contacto con compuestos químicos que pueden ser tóxicos o inflamables. Al mismo tiempo tiene una vertiente medioambiental, ya que al aprovechar la Inteligencia Artificial y el análisis de datos se harán menos experimentos y mejor enfocados. “Como consecuencia vamos a generar mucho menos residuo”, confirma.

Los trabajos, a buen ritmo

De vuelta al nuevo Centro de Investigación que Mestrelab prepara en Santiago, el CEO de la empresa confirma que las obras marchan según el plan previsto. “Estamos planificando abrirlo entre julio y septiembre de 2024. Por ahora estamos trabajando sobre todo en el interior debido al clima. Si no deja de llover no se puede trabajar en la cubierta ni pintar fuera”.

Al mismo tiempo, también avanzan en tiempo y forma las contrataciones, que ahora mismo rondan la docena. “Vamos un poco más rápido de lo que planificamos. La idea siguen siendo 30 contratos hasta final de 2024”, apunta. “El centro va a tener capacidad para unas 200 personas y pretendemos llenarlo, pero va a llevar más tiempo.” Sobre los perfiles que se necesitan, apunta a profesionales STEM (aquellos con titulaciones científicas, tecnológicas, ingenierías y matemáticas) especialmente matemáticos, ingenieros de software, especialistas en Inteligencia Artificial, químicos, bioquímicos y biólogos.

Aparte de Mestrelab, durante la primera etapa de funcionamiento de este centro se instalarán en la parte inferior laboratorios compartidos para starups, empresas emergentes que se enfocan en la innovación y la tecnología para crear un modelo de negocio escalable y disruptivo. “Se han elegido ya los equipos, tanto de tecnologías analíticas como para química y bioquímica y ahora se empezará con la ejecución, es decir empezar a comprarlos y a instalarlos una vez que esa zona del edificio este lista, que probablemente sea la primera”. Inicialmente, cuantifica, está previsto que en esa zona vayan unas 6 u 8 startups.

Entre la Universidad y el biopolo

“Nos vemos como un paso intermedio entre el momento de spin off de la Universidad y el polo biotecnológico de A Sionlla, que requiere empresas que tengan más de entidad”, comenta. “Nos vemos como ese espacio en donde las starups pueden incubarse durante entre 6 meses y dos años, dependiendo a la velocidad que vayan, que les permita dar el salto hacia el biopolo e incluso hasta su propia instalación».

Sobre la puesta en marcha de este servicio, confía en que tenga “bastante demanda”. “Lo planteamos porque a nosotros inicialmente no nos hace falta todo el edificio. A medida que vamos dimensionando y llegando a esas 250 o 300 personas necesitaremos todo el edificio, pero eso no es inmediato y tiene sentido durante unos años ofrecer ese espacio al ecosistema”, finaliza. El nuevo centro de investigación conlleva una inversión que supera los 9,2 millones de euros y cuenta con el apoyo de la Xunta.

Por último, y tras su paso por la última edición de Talentia, Domínguez insiste en que «hacen falta muchos más perfiles relacionados con la IA, desarrollo de software o ciencias de la vida. Es importante que hagamos más atractivas estas temáticas, porque va a haber mucha demanda en ese ámbito y no vamos a tener la suficiente oferta”, finaliza.

Creación del Centro de Investigación Mestrelab (CIM) subvencionado por la Axencia Galega de Innovación. Operación financiada por la Xunta de Galicia, a través del programa de ayudas a las empresas para la creación e integración de nuevos centros de investigación empresarial 001_IN853D_2022.

Noticia original: Mestrelab ayuda a desarrollar medicamentos más eficientes gracias a la Inteligencia Artificial – Roi Rodríguez, El Correo Gallego (13/11/2023)

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