La empresa Mininolas, socios de Bioga, produce golosinas con un 40% menos de calorías y sumplementos vitamínicos son sabor dulce.

Año 2011. Mercedes Toscano y Jorge Núñez abandonan su Galicia natal y ponen rumbo a Chile. A él le había surgido una oportunidad laboral en el país andino y su familia se trasladó con él. Tan sólo un año después, y a pesar de que Núñez trabajaba en el sector de la construcción y Toscano en el de la banca, deciden emprender. El 25 de octubre de 2012 abren la primera tienda de golosinas de todo Chile. Pero los deseos de volver a la tierra los animó a regresar a Galicia en 2019, donde continuaron con su empresa Mininolas pero apostando por un concepto diferente: golosinas con vitaminas, sin azúcar, sin gluten, sin lactosa y sin proteína de la leche. “Son los dulces del futuro”, asegura Toscano.

“En 2017 se aprobó en Chile una ley contra la obesidad infantil que nos afectaba directamente”, explican desde Mininolas. Ese fue el impulso que necesitaba el matrimonio gallego para comenzar a fabricar una marca propia que se ajustara a los nuevos requisitos legales. Así nació Flipa, una bolsa de 80 gramos que contiene un 40% menos de calorías que las golosinas tradicionales. “Jorge investigó bastante en la fórmula y, por primera vez, nos adaptamos al mercado y comenzamos a vender nuestra propia marca”, recuerda Toscano, viajando seis años atrás.

Regreso a Galicia

El paso definitivo para consolidar su idea fue el retorno a Galicia en 2019. Después de estudiar el mercado comenzaron a vender la marca de golosinas sin azúcar Flipa en tiendas con productos aptos para diabéticos y farmacias. “Después llegó la pandemia y nos enteramos de que había muchas empresas que sacaban suplementos nutricionales. Ahí fue cuando creamos nuestra segunda marca, Vitanolas. También son golosinas sin azúcar pero con diferentes compuestos”, continúa explicando Toscano. Segundo apunta la fundadora de la empresa gallega, algunas llevan melatonina, otras vitaminas adaptadas a niños o adultos, o incluso biotina, que sirve para darle fortaleza al pelo y a las uñas. “Sigue siendo una golosina y, por tanto, comerla está asociada a un momento dulce. Pero ahora tiene otros beneficios porque ya forma parte de un concepto farmacológico“, apunta Toscano.

Con Flipa y Vitanolas como marcas consolidadas, los fundadores decidieron dar un paso más y acaban de embarcarse en el montaje de una fábrica de golosinas en Nigrán. Según explica Toscano, comenzaron a surgir proyectos con otras empresas que sugerían incluir nuevos ingredientes, como las plantas medicinales, en las golosinas de Mininolas. Como añadido, las fábricas con las que trabajaban no respondían a sus intereses, por lo que decidieron montar una por su cuenta. “Ahora que tendremos nuestra propia planta y una experiencia de más de 10 años del sector, ya estamos preparados para hacer golosinas diferentes”, añade Toscano.

De todos modos, aún quedan un par de meses para que la fábrica se ponga en funcionamiento. Los fundadores de Mininolas estiman que entre finales de octubre y principios de noviembre ya pueda estar en marcha. Además de seguir fabricando golosinas sin azúcar y continuar con las líneas de Flipa y Vitanolas, tienen otros proyectos en mente. “Queremos darle especial importancia al departamento de I+Y para trabajar con productos naturales, de plantas, e incluso apostar por algo autóctono de Galicia“, sostiene Toscano. Tienen en mente comenzar a trabajar con las agallas de los robles que, según explican desde la empresa, “tienen propiedades antiinflamatorias muy potentes”.

Más de una década de andadura

Con más de una década de experiencia en el sector, Toscano no solo mira hacia el futuro, sino también hacia el pasado. Su andadura comenzó en octubre de 2012 con la apertura de la primera tienda de golosinas de Chile dado que, segundo explican desde Mininolas, en aquel momento no existían en el país andino las tiendas de dulces convencionales. Es decir, de venta a granel. Los fundadores de la empresa reconocen que los comienzos no fueron sencillos y que trabajaron muy duro, pero los resultados no tardaron en salir a la luz. Tan sólo cuatro años después de arrancar el proyecto de Mininolas ya tenían 25 tiendas abiertas en todo el país, entre propias y franquicias.

“Yo siempre quise emprender. Aunque me gustaba mucho mi trabajo en la bolsa fue decisivo tener una niña”, explica Toscano. Viajaron a Chile en 2011 con un bebé de ocho meses y sin conocer a nadie al otro lado del Atlántico. Por eso, el matrimonio se lanzó a emprender y a apostar por un modelo de negocio que funcionaba en España. “Comenzamos sin tener experiencia en el sector. Hicimos nuestra primera compra de 100 kilos de golosinas porque no sabíamos el que iba a pasar”, recuerda Toscano.

Ahora, 10 años después, cambiaron el concepto original de su empresa, retornaron a la tierra y apostaron por golosinas más saludables. “Nuestro principal objetivo es que cuándo tengas que tomar un medicamento lo tomes como se fuera una larpeirada, que te recuerde la infancia y sea un momento agradable“, argumenta la fundadora de Mininolas. De momento, Flipa y Vitanolas ya están en el mercado, demostrando que a nadie le amarga un dulce, incluso cuando tomarlo es de obligado cumplimiento.

Noticia original: Así son las gominolas del futuro: sin azúcar, sin alérgenos y con sello 100% gallego, Laura FilloyGCiencia – Xornalismo e Divulgación (22-09-2023).


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